miércoles, 8 de octubre de 2008

Meditando...

.
"Mis queridos amigos, recuerden esto: siempre sean prontos para oir, tardos para hablar y tardos para enojarse".
Santiago 1.19


"My dear friends, you should be quick to listen and slow to speak or to get angry"
James 1.19


Hoy medité sobre esto, es un versículo de la biblia y lo puse también en inglés, porque aunque dice "lo mismo" que en castellano, me gustó mucho la traducción, la forma en que lo expresa.
También miré varias traducciones en castellano y me quedé con la que puse.
Me gusta cuando dice "Mis queridos amigos" ... lo siento como aconsejando a quienes quiere, y cuando uno aconseja a sus amigos, los aconseja de corazón, con sinceridad.... uno los aconseja con el deseo de que les vaya bien siempre.

Después estuve bastante tiempo pensando en "prontos para oir".... entonces miré a mi alrededor, a la gente, todos metidos de lleno en sus asuntos. Miré a todos, me miré a mi... y vi que el egoísmo es moneda corriente, entonces me desafíe a "ser pronta para oir", para escuchar a los demás, sus alegrías, sus necesidades, sus tristezas.. para escuchar a quienes me enseñan, a quienes me aconsejan, a quienes me reprenden por mi bien, para oir a a la vida en el día a día, oirla en el aire, oirla incluso en el ruido cotidiano, me desafíe a salirme del loop caótico que nos envuelve.

Luego hice un stop en "tardos para hablar" y recordé a alguien que tantas veces me dijo que la gente cuando habla y habla y habla es muy poco probable que esté pensando lo que dice, entonces me desafíe nuevamente.... me desafíe a pensar más en lo que digo, porque las palabras cuando salen de nuestras bocas dejan de pertenecernos y empiezan a "afectar" de uno u otro modo a nuestro entorno, pensé en las críticas y en esa "absurda" justificación: "fue una crítica constructiva". Es verdad, uno muchas veces realiza críticas constructivas... uno muchas veces las escucha, pero examinémosnos ... de todas las veces que emitimos alguna crítica, cuántas veces es realmente una "crítica constructiva"?... recordemos que nuestras palabras pueden afectar a otras personas, como también pueden ir contaminándonos a nosotros mismos. Me desafíe a no emitir oponiones cuando no sé de algún tema... ya que es tan fácil caer en la arrogancia del "supuesto saber" y qué pasa si termino creyendo que realmente estoy capacitada para hablar y opinar fidedignamente sobre ésto o aquello de lo que realmente no sé.

Finalmente, reflexioné sobre "tardos para enojarse" ... y me di cuenta de que muchas veces uno explota sin razón, se enoja sin motivos, se altera sin tener conocimiento de causa.
Cuántas veces llegaste a un lugar teniendo una porción mínima de información sobre un acontecimiento y estabas realmente enojado, y dijiste un montón de cosas de las que después... cuando te enteraste de como eran las cosas te arrepentiste.
Cuántas veces hiciste algo que después no fue bueno cuando te enojaste demasiado rápido... yo una vez choqué contra un auto que estaba adelante mío, por ir enojadísima por algo sin sentido. Por qué perder nuestra paz por cosas que no lo ameritan? ... no pienso que sea malo enojarse, pero que valga la pena si vamos a hacer subir nuestra presión arterial, a ponernos nerviosos, a estresarnos
Cuidémosnos a nosotros mismos, de paso cuidamos a quienes nos rodean, ya que no se merecen que nos levantemos cruzados por algo insignificante y andemos enojados todo el día haciéndolo notar en nuestro entorno sin ningún sentido. Mantengamos la paz en cuanto dependa de nosotros, nuestra paz interior, la paz y armonía en nuestras casas, en nuestras redes sociales...

En fin, después de leer este versículo tan corto, me quedé sorprendida por todo lo que me hizo reflexionar y pensé en que quiero escuchar más, siempre pensar antes de hablar y no tener el enojo fácil.
Esos tres consejos, esas tres pautas, o como quieran llamarle... me parece esenciales para mejorar nuestras vidas día a día... para mejorar nosotros y estar en paz, que en el caos que nos rodea ya es bastante importante no?
Besos para todos!

Nan.