Como en la leyenda, el efecto Pigmalión es el proceso mediante el cual las creencias y expectativas de una persona respecto a otro individuo afectan de tal manera a su conducta que el segundo tiende a confirmarlas. Un ejemplo sumamente ilustrativo del efecto Pigmalión fue legado por George Bernard Shaw, quien en 1913 escribió, inspirado por el mito, la novela Pigmalión, llevada al cine en 1964 por George Cukor bajo el título My fair lady. En esta cinta, el narcisista profesor Higgins (Rex Harrison) acaba enamorándose de su creación, Eliza Doolittle (Audrey Hepburn), cuando consigue convertir, la que es al inicio de la historia una muchacha desgarbada y analfabeta del arrabal en una dama moldeada a las expectativas fonéticas, éticas y estéticas del peculiar Higgins.
Mi tiempo, mis pensamientos, algunas de mis ideas, mis curiosidades...
...Simplemente un poco de mi, dedicado a vos.
sábado, 28 de octubre de 2006
El curioso efecto Pigmalión
Como en la leyenda, el efecto Pigmalión es el proceso mediante el cual las creencias y expectativas de una persona respecto a otro individuo afectan de tal manera a su conducta que el segundo tiende a confirmarlas. Un ejemplo sumamente ilustrativo del efecto Pigmalión fue legado por George Bernard Shaw, quien en 1913 escribió, inspirado por el mito, la novela Pigmalión, llevada al cine en 1964 por George Cukor bajo el título My fair lady. En esta cinta, el narcisista profesor Higgins (Rex Harrison) acaba enamorándose de su creación, Eliza Doolittle (Audrey Hepburn), cuando consigue convertir, la que es al inicio de la historia una muchacha desgarbada y analfabeta del arrabal en una dama moldeada a las expectativas fonéticas, éticas y estéticas del peculiar Higgins.
sábado, 14 de octubre de 2006
Un simple fragmento...
La gente tiene esta errónea idea, porque la necesidad más profunda del hombre es abandonar la prisión de su soledad.
El amor es un poder activo en el hombre, un poder que atraviesa las barreras que separan al hombre de sus semejantes y lo une a los demás, es capacidad para superar el sentimiento de la distancia.
El amor infantil sigue el principio “ Amo porque me aman”, el amor maduro obedece el principio “Me aman porque Amo.”
jueves, 14 de septiembre de 2006
Nunca estuvimos lejos...
Puedo recordar ahora las noches enteras danzando al son de tus palabras, guiada por vos, y de fondo la música de los días que vendrían, y puedo escuchar los sonidos que me arrullaban.
Con esos recuerdos, siento que te observo con tu gracia natural, con ese don que contagia todo cuanto te rodea...
...Voy a guardarme para mi todos los momentos, todas las miradas, todas las caricias y cada palabra, para tenerlas cada vez que quisiera compartirlas con vos... y sólo con vos .
Voy a dibujarte cada noche, pero sólo para mi, en tonos naranjas y verdes. Como lo hacia antes, y voy a dibujarte en silencio, o quizás contándome en secreto qué siento mientras intento recrearte, pero sin levantar la voz, sin que te des cuenta, porque aún a la distancia tenés esa capacidad fascinante de escuchar mis pensamientos, y de acudir a los latidos de mi corazón.
Voy a dibujarte mientras dormís, a grandes rasgos primero. Luego atenderé cada detalle, con el cuidado que solamente se pone en las cosas importantes; después voy a trazar cada contorno con sutileza, y cuando lo tenga frente a mi, simplemente dejaré que se diluya en mi noche... poco a poco, para poder volver a empezar con la misma emoción la noche siguiente.
Nancy
24/02/2005.